Resistiendo

Una vida de resistencia y contrarrevolución. Estamos llamados actualmente a seguir los radiantes ejemplos de hombres y mujeres que cuando la historia los convocó, dieron la talla. Por ejemplo, aquellos 80.000 hombres que bajo la “Liga Santa” convocada por San Pío V, y conducidos por don Juan de Austria, dieron su testimonio de fe sobre las aguas del Mar Jónico.

Luego de que Europa se levantara musulmana en el s. XV, la Cristiandad dió respuesta con brazo firme, apoyada en la Santísima Virgen y en Jesucristo. Hoy nos levantamos bajo la dictadura globalista que, sostenida por la estructura institucional de las democracias liberales, se protege en la legalidad pero nos ataca ferozmente. Llamado a la resistencia.

También en Vandée, campesinos, hombres, mujeres y niños, eligieron resistir o morir en defensa de la fe. Sus perseguidores, identificados como republicanos -valga la paradoja-, sufrían pavorosamente que tantos inocentes se abrazaran con amor al Rosario y al Escapulario del Sagrado Corazón. Las llamaban: “insignias del fanatismo”. Cuántas Cruces e imágenes de la Virgen son retiradas de lugares públicos hoy en día. Llamado a la resistencia.

Debe inspirarnos profundamente la lucha de valientes y la sangre derramada por los mártires en los años de la Guerra Civil Española. Particularmente es un orgullo la entrega martirial de los consagrados. Alrededor de 7.000 religiosos, monjas, frailes, sacerdotes y obispos, padecieron el terror de la izquierda en su carne. No fueron simples fusilamientos, sino que ocurrieron escenas demoníacas, propias de personas con trastornos sádicos. Qué importantes, a diferencia de lo que el mundo dice, son los ministros y pastores de la Iglesia.

Finalmente, es preciso recordar la lucha hispana y criolla contra la invasión y asedio de los británicos durante el siglo XIX; las dos invasiones inglesas rechazadas heroicamente por civiles y militares pobremente armados; la resistencia en el archipiélago de Malvinas donde sacaron a los argentinos para sembrar británicos; la batalla en Vuelta de Obligado; y finalmente, el valor y el heroísmo hecho carne en tantos pilotos, soldados, médicos y artilleros en nuestro suelo malvinense durante 1982.

En conclusión, hemos abierto estos espacios para seguir reforzando nuestra fe, para engrosar el espíritu de patriotismo que nos asemeje a tantos héroes del pasado. Al llegar el ocaso de nuestras vidas, rendiremos cuentas por lo hecho en la Patria terrenal, y aquello definirá si seremos dignos de gozar de la Patria Celestial donde estamos siendo esperados.

¡Viva la Patria!

¡Viva Cristo Rey!

Redacción.